Despojo de las Tierras y Recursos Naturales
del Ejido Santa María Magdalena Cahuacán, Nicolás Romero, Estado de México.
El
territorio es la dimensión sagrada que presupone la existencia de un pueblo.
Despojar a una comunidad de sus tierras no sólo implica la disminución del
patrimonio sino que pone en riesgo la existencia del mismo.
Los
megaproyectos han provocado el despojo de tierras, degradación de bosques,
contaminación de cuerpos de agua dentro de los territorios de los pueblos
campesinos de todo el país. Los pobladores viven una nueva colonización.
Los
campesinos del Ejido de Santa María Magdalena Cahuacán, están pasado por
momentos reales de crisis, el daño que les está provocando perder sus tierras
es irreversible. La falta de legalidad en todos procesos, el abuso de
constructoras generadoras de riquezas particulares, y la corrupción de las
autoridades han sido factores que sin duda alguna son las causas del despojo de
las tierras de los campesinos, no sólo en Cahuacán si no en muchísimos pueblos
y sobre todo en pueblos indígenas.
Las
luchas de los campesinos se encuentran marcadas por los nuevos rumbos del
capitalismo, una vertiente importante
del capital se está enfocando en despojar a los pueblos de sus riquezas
naturales. Aguas, bosques, minas, recursos naturales están perdiendo el
carácter de bienes comunes que por siglos han mantenido para beneficio de la
humanidad, convirtiéndose en propiedad privada y, por lo mismo, en mercancía,
lo que representa un nuevo colonialismo, los pueblos lo saben; por eso lo
resisten y luchan por liberarse de él.
El
pueblo de Santa María Magdalena Cahuacán, fue dotado de una considerable
extensión de tierras y montes en la época virreinal, que más tarde les fueron usurpados y con ellos los usurpadores
formaron la hacienda La Encarnación, ésta
contaba con más de 18 mil hectáreas ubicadas alrededor de la misma en el municipio
de Nicolás Romero, Estado de México.
En
el año de 1916, se dice propietario de esta finca el Dr. José Ignacio Capetillo,
quién tomo posesión de la Hacienda en enero de 1915. Pobladores de Cahuacán
reclamaron las tierras presentando títulos de propiedad, un plano grafico a
colores y la copia certificada expedida por el Secretario de Juzgado de
Distrito Lic. Leopoldo Vicencio, el 27 de agosto de 1897 que respalda el
derecho de posesión de las tierras.
Desde
1897 y hasta 1917 se presentaron
disputas entre el pueblo de Santa María Magdalena y el Dr. Capetillo por la
posesión de las tierras de la Hacienda La Encarnación.
Tras
una lucha histórica por la restitución de las tierras en mayo de 1917, una
resolución presidencial firmada por el Gral. Venustiano Carranza dota al pueblo
de Cahuacán de la posesión provisional de las tierras, en tanto se dictaba la
sentencia definitiva. Finalmente en diciembre de 1917 de acuerdo al informe que
el C. Delegado de la Comisión Nacional Agraria rinde a esa H. Comisión, en
cumplimiento del artículo 37 del Reglamento al remitir el expediente XIV-G-3 relativo al pueblo de Santa María
Magdalena Cahuacán, expone:
“…la
titulación presentada por el pueblo de Cahuacán, es suficiente para comprobar
el derecho de la reivindicación de sus tierras…”
Fue
así como en 1917 se creó el primer Ejido pos revolucionario: el de Santa María
Magdalena Cahuacán.
Hacia
el año de 1953 Cahuacán es considerado un Ejido modelo en todo el país gracias
a la implementación de sistemas de riego
que permitían mayor productividad, en
este mismo año el Presidente de la República Lic. Adolfo Ruiz Cortines, el
entonces Secretario del Trabajo Lic. Adolfo López Mateos y el Jefe del Departamento
del Reparto Agrario Lic. Garriz Urieta, visitan el Ejido de Cahuacán tras
considerarlo un ejemplo de progreso. Sin embargo, existieron grandes
injusticias con el reparto de tierras dentro del mismo Ejido, hasta hoy día
se presentan personas con títulos de grandes
extensiones de tierras y personas que son originarias del pueblo que no cuentan
con un lugar donde construir sus viviendas. El problema de la desigualdad del
reparto de tierras es una situación que se viene arrastrando desde la
conformación del Ejido, gracias a las luchas campesinas y a la presión ante el
gobierno se otorgó una ampliación ejidal, a raíz de una sentencia emitida por
el Tribunal Superior Agrario en 1997 donde se declaró que 2402 hectáreas de las
parcelas le pertenecen a la comunidad de Cahuacán.
A
pesar de la sentencia emitida por el Tribunal Agrario nunca se obtuvieron los
títulos de la ampliación del ejido debido que el 15 de Abril de este mismo año Rutilo Rojas, Enrique Rojas y Elena Osornio (
personas con gran influencia decisiva) lograron obtener un amparo que revocó la
resolución posesoria. El Ejido cuenta con la resolución legal del Tribunal Superior
Agrario pero no con los títulos de las tierras es por esta causa y bajo este
argumento que por años estas tierras han estado en conflicto.
Cabe
mencionar que no existe un conflicto por los límites ya que se cuenta con un
documento legal emitido por el Tribunal Superior Agrario que contiene medidas,
planos y trazos de límites territoriales, no debe confundirse un intento de
invasión y ocupación ilegal con un conflicto de límites.
Desafortunadamente
la Familia Rojas cuenta con gran poder de
influencia dentro del gobierno Municipal como Estatal gracias a las
grandes extensiones de tierras con las que cuentan y el gran poder económico que poseen. Desde 1997
campesinos pertenecientes al Ejido de Cahuacán han seguido de cerca este
conflicto, sin embargo en todo este tiempo nunca se ha dado una respuesta clara
por parte de las autoridades así como del Tribunal Superior Agrario para
otorgar el titulo correspondiente de la ampliación ejidal.
Desde
hace seis años representantes del Consorcio Desarrollador Internacional S.A de
C.V. y de Ingeniería Eléctrica Especializada S.A. de C.V. se han presentado en
la comunidad con documentos que acreditan ante notario público la propiedad de
gran parte de la ampliación ejidal, ¿Cómo es que tierras en conflicto y que son
peleadas desde hace años por los campesinos resultan ahora propiedad privada?
Consorcio
Desarrollador Internacional S.A de C.V. e
Ingeniería Eléctrica Especializada S.A. de C.V, presentan documentos
ante notario donde se expone que el Sr. Enrique Rojas Valle vende a la sociedad
denominada Consorcio Desarrollador Internacional S.A de C.V; la fracción numero
2 restante de la fracción denominada “Salazar” perteneciente a la fracción
número 1 de la Ex Hacienda La Encarnación, que cuenta con una extensión de 400
hectáreas, sin reserva o limitación alguna. Es precio de la venta la cantidad
de tres millones quinientos setenta y un mil setecientos noventa y ocho
dólares, que equivale aproximadamente actualmente a cuarenta y cinco millones setecientos
setenta y cuatro mil pesos mexicanos.
Ante
tal situación que sobre pasa en todos aspectos
leyes constitucionales, desde el procedimiento ante notario público
hasta la toma de las tierras, el Gobierno en todos sus órdenes de gobierno no
ha hecho nada, parece ser que ninguna autoridad es competente ante esta
situación y por si fuera poco se han expedido una serie de permisos para tratar
de imponer los diversos megaproyectos bajo el argumento de la modernización,
confundiendo a las políticas de desarrollo con el crecimiento de la mancha
urbana.
Es
claro que un terreno en conflictos no puede ser vendido, campesinos que han
trabajado toda su vida esas tierras están indignados al ver que sus propiedades
se les van de las manos, que las
maquinarias de las constructoras comienzan a trabajar y que las autoridades
están a favor del despojo de las tierras.
El día
15 de mayo del 2013, ante un intento de despojo de las tierras para comenzar a
talar los árboles por parte de la empresa Consorcio Desarrollador Internacional
S.A de C.V con apoyo de la policía municipal, habitantes de la comunidad de
Cahuacán realizaron un marcha en los alrededores de la Presidencia Municipal,
gracias a la presión que se hizo por este medio se emitió la orden para
clausurar el lugar, sin embargo esto a ocasionado que las amenazas de personas
relacionadas directa o indirectamente con la constructora se intensifiquen.
El
día miércoles 22 de mayo del año 2013 se llevó a cabo una manifestación con
aproximadamente 300 habitantes de la comunidad de Santa María Magdalena
Cahuacán, en el municipio de Nicolás Romero, en respuesta al rechazó del megaproyecto.
Ese mismo día por la noche ya en el pueblo se agredió físicamente y se amenazó
a personas que encabezan el movimiento contra el despojo de las tierras, las
víctimas de las amenazas junto con gran parte de los avecindados del Ejido se
dirigieron a la Procuraduría General de
la República ya que las denuncias en el Ministerio Público local no proceden,
desgraciadamente se encontraron con la misma impunidad de los hechos, hasta la
fecha los agresores siguen en libertad y se ven apoyados y protegidos por la
policía municipal.
La
falta de legalidad en todos procesos, el abuso de constructoras generadoras de
riquezas particulares, y la corrupción de las autoridades han sido factores que
sin duda alguna son las causas del despojo de las tierras de los campesinos y
no solo en Cahuacán sino en muchísimos pueblos y sobre todo en pueblos
indígenas, ahora ya no basta solo con robarle la tierra al campesino sino que
pese a esto también se prohíbe el derecho de defender lo que legítimamente es
suyo amenazándolo, encarcelándolo injustamente y hasta poniendo en riesgo su
vida.
Las
ganancias que tienen las constructoras con un megaproyecto como lo son unidades
habitacionales, centros comerciales, club de golf, etc., son inmensas a costa
del deterioro ambiental.
Cahuacán
posee manantiales de hasta 100 litros por segundo y sus recursos forestales son
los más importantes del municipio. Gran parte de estos manantiales se
encuentran en la ampliación ejidal, si se llega a concluir el traspaso de las
tierras a las constructores el Ejido carecerá aparte de tierras de estos recursos naturales. La
búsqueda de minerales con el fin de explotación, así como el propósito
gubernamental de generar energía eléctrica utilizando ríos, cuencas y arroyos
ocasionan la contaminación de los cuerpos de agua así como el impacto
irreversible de muchos ecosistemas originando la muerte de animales y la desaparición de flora y
fauna de todo tipo.
Al
contar estos territorios con manantiales es muy probable la explotación y
contaminación del agua. La explotación
del agua subterránea genera un desabastecimiento en diferentes puntos de las
localidades, recordemos que el agua de los manantiales ubicados en la
ampliación ejidal da abasto a toda la población de Cahuacán que cuenta con
14,195 habitantes según un censo realizado en 2010, tampoco olvidemos que el
agua procede de fuentes no renovables
que en pocos años se pueden secar y que en la actualidad uno de los
negocios más retribuidos es la explotación indiscriminada del agua. Se
pretenden hacer unidades habitacionales y claro brindar el servicio del agua
podría generar sustanciosas ganancias.
El
impacto ambiental por las construcciones en los ecosistemas es irreversible,
las descargas de contaminantes en el medio ambiente afecta al aire, al agua y
al suelo.
Las
emisiones al aire desde los distintos focos emisores de contaminantes pueden
alterar su equilibrio hasta el punto de perturbar la estabilidad del medio y la
salud de los seres vivos; las emisiones al agua en las obras de construcción
suelen estar provocadas por las tareas de limpieza y por los vertidos de
productos peligrosos en sanitarios, desagües o en el suelo, cuantas más
impurezas transporte el agua, más difícil resultará realizar las tareas de
depuración y, por consiguiente, mantener el equilibrio del planeta; el suelo es
un recurso no renovable a corto y medio plazo que se caracteriza por una gran
vulnerabilidad, la emisión de sustancias contaminantes al suelo (vertidos de
combustibles, aguas de limpieza y productos peligrosos, etc.) puede
desestabilizar su orden natural como consecuencia de la disminución o
aniquilación de la capacidad de regeneración de vegetación, y como consecuencia
de la filtración de las sustancias contaminantes hasta las aguas que alimentan
nuestros depósitos de agua potable o redes de riego.
Es
sorprendente que aun conociendo los daños que provoca una construcción de tal
magnitud, las autoridades apoyen este tipo de proyectos pasando por alto las
leyes de protección al ambiente y ya ni hablar del despojo de tierras.
Jurídicamente
somos los únicos propietarios ya que contamos con la sentencia emitida por el
Tribunal Superior Agrario; moralmente lo somos también porque desde tiempos
inmemorables hemos reclamado tenazmente
el título de las tierras de nuestros abuelos, que por décadas hemos cuidado y
cultivado para beneficio de nuestra comunidad.
La
nueva forma de invasión es ahora la de un modelo que se justifica bajo la idea
de “desarrollo” que amenaza con la
desaparición de los ejidos con el despojo de las tierras y el deterioro
ambiental. Sabemos que las autoridades no están de nuestra parte y vemos con
preocupación el fututo inmediato de nuestra comunidad, aun así hemos dado la
batalla y en nuestros pueblos lo que hemos hecho son las consultas comunitarias
para declarar territorios libres de megaproyectos.
“La tierra es de quien la trabaja y de
quien la defiende”
Que tal amigos:
ResponderBorrarEs una muy buena aportación para dar a conocer los problemas que aquejan a esta comunidad, sin embargo, antes que nada me gustaría que se tocaran igualmente puntos como las modificaciones que ha sufrido la constitución para fines de algunos. En cuanto al abasto de agua potable a terceros en discordia se tiene que defender a capa y espada pero, no tenia que pasar esto para hacerlo, hace mucho tiempo la tala inmoderada fue la principal fuente para que nuestro principal proveedor de la misma fuese decayendo y en cuanto a eso, las autoridades Ejidales no quisieron verlo (por fines personales también). El recurso es vital y todos lo sabemos pero esto no viene de hoy, lo traemos arratrando desde hace décadas, que no se nos olvide.
En cuanto los afectados en tercera persona creo yo que, protegido o no (y todos sabemos de quien se trata) sabemos de antemano que siempre ha sido una persona que tenaz porque supo adentrarse en esta problemática del pueblo y aprovechó el lado flaco del mismo, algo que debimos haber visto nosotros de igual manera, instruirnos para llegar al fondo del mismo. Sabemos que la comisión que se formó siempre trajo largas y no se vieron resultados ¿porqué? ¿alguien lo preguntó alguna vez? Sabíamos de antemano que las respuestas no llegarían y aún así seguimos apoyando a la misma. Formemos una comisión de gente que quiera llegar al fondo del pozo y que no tenga miedo de los problemas que se generen pero, sobre todo que sepa a donde acercarse, donde documentarse para saber a que nos atenemos y no hacer cosas que nos salgan contraproducentes.
Un favor, me gustaría saber la fecha exacta en la que se dictó la sentencia a favor de Cahuacán, sólo me dicen que en 1997 pero no tengo la fecha exacta, me la pueden publicar por favor, me gustaría leerla.
Gracias de antemano y mucha suerte para mi pueblo, somos gente de lucha y no nos dejaremos.
Luchemos por lo nuestro y no dejemos que el pin... negro se hinche a costa de nuestros territorios, ¿les digo algo? en otras tierras esta persona ya trabajara de minera.
¡¡¡EL VALIENTE LLEGA HASTA DONDE EL COBARDE QUIERE!!! No lo olviden
Te agradecemos tus comentarios y te invitamos a formar parte del movimiento,necesitamos gente como tú!!!! Unete a nosotros, "La Unión hace la Fuerza".
BorrarCon la vida, si es necesario defenderemos nuestros bosques por nuestros hijos y nietos.
ResponderBorrarSi claro pero en cahuacan no quieren a los fuereños y tengo pruebas de como son los lideres de ese ejido
ResponderBorrar